...Y el momento
que tanto esperé llegó. Pasaron exactamente 584 días para que la primera edición (pequeña,
sacrificada, soñada) se agotara, es decir, se vendieran todos sus ejemplares.
No hay que pensar que hubo una ganancia
significativa de dinero (ni mucho menos!) ya que el libro se vendió a
poquito más que su costo y si la idea original hubiese sido ganar dinero con la literatura, yo hubiera
terminado con una gran decepción. Es que nunca fue ese el espíritu al publicar, sino
que mi anhelo fue ingresar a este mundo literario (extraño, desconocido,
mágico) y poder dejarle
un ejemplar en la mano a tantos amigos que me acompañaron en estos primeros
años.
Son unos doscientos "afortunados"
los que tienen el "raro privilegio" (por decirlo de alguna manera) de haber
conseguido un "20.000 Palabras", desparramados por toda Argentina,
Brasil, Usa, España,
y algunos más de
América. Y dije "raro privilegio" porque no son tantos los libros y
se trata de una primera
edición, del primer libro de mi aventura literaria.
Si en el futuro habrá una segunda edición, no
lo sé a ciencia cierta, seguramente dependerá de seguir sumando
amigos que quieran un ejemplar, entonces volveré a publicarlo en forma independiente,
por supuesto, con algunas correcciones y algún que otro cuento nuevo para generar mayor
interés. O tal vez cuando publique mi segunda obra, la que creo traerá nuevos
lectores que posiblemente se
interesen en saber de que tratan aquellos primeros 23 cuentos. O quizás lo soñado: que
alguna Editorial importante se fije en esta colección ecléctica y piense que puede llevarla a
un mercado más grande. Dios dirá.
Para ir terminado, resta agradecer...agradecer
enormemente, a los que ya aparecen en los "Agradecimientos"
del libro (primeramente a Jesucristo, a mi esposa y a mis hijos), también a muchos amigos
que se fueron sumando en este breve camino y me brindaron su cariño a través de comentarios
sorprendentes y conmovedores para mí. Gracias a todos.
AGOTADO, "20.000 Palabras" ya
escribió su historia, la de mi misma vida, una historia que no se termina,
por el contrario, sigue trazando su camino porque apenas si ha dado su primer paso, porque "todo está por suceder, lo
mejor por comenzar".