Ya envié nuevamente el archivo con los cuentos a la editorial. Ha
cambiado bastante del que le había hecho llegar allá por marzo, cuando pensé
por primera vez en publicar. He agregado varios cuentos nuevos, quitado otros y
corregido bastante. Lo que más ha mutado ha sido el Prólogo, esa justificación
del porqué se publica el libro. Creo que la he escrito y reescrito decenas de
veces, puse nuevas cosas y saqué otras. Me da la sensación de que si lo vuelvo
a leer lo reescribiría en forma completa. No sé porqué pero no termina de
conformarme.
Con respecto a las finanzas, aún no tengo todo el dinero
para publicar, sólo una parte, pero sirve para avanzar. En cuanto termine de
juntar todo, la obra estará en la calle.
Me vienen a la mente
las palabras de la
escritora Sarah Waters. “A mitad del proceso de escritura de una novela,
experimento momentos de ese terror que te revuelve las tripas, mientras
contemplo las chorradas que me muestra la pantalla y veo más allá, en rápida
sucesión: las críticas burlonas, la vergüenza de los amigos, la carrera en
declive, los ingresos menguantes, el desahucio, el divorcio…”
Parafraseo: “A mitad del proceso de la edición de mi primer libro,
experimento momentos de ese terror que te revuelve las tripas, mientras vuelvo
a contemplar la pantalla con los cuentos seleccionados y veo más allá, en rápida
sucesión: las críticas burlonas, la vergüenza de los que me quieren, la carrera
que termina justo donde empieza, ingresos que nunca llegaron, el desahucio, la
soledad infinita….”
No puedo negarlo.
PD: Cada vez que paso momentos como éste se me da por
escribir algo nuevo, “Firdaus”, es un cuento que no voy a compartir
en el blog, pero si termina por conformarme una vez que lo corrija, tal vez
integre el libro de cuentos.