Soy una persona de oración. Sí, sí, de esas que suelen hablar mucho con Dios. No repito rezos ni cosas armadas por tradición, sino que lo mío es una conversación de corazón con el Señor de los Cielos.
Hablo todos los días con El y en todo momento, sobre cada cosa que pasa en mi vida y no dejo de pedirle su ayuda y bendición por mi familia, por los que me rodean y por los que no conozco.
También le pido que bendiga mis actividades, como esta la de escribir, ¿y saben qué pedí hoy en mi oración matutina? Que El me guía hasta donde están mis lectores, los que aún no me conocen para que pueda alcanzarlos con mi libro.
Enseguida apareció un lector nuevo que se llevó un ejemplar de mi libro, al rato otro...y estoy esperando por más.
Oración contestada.
Hablo todos los días con El y en todo momento, sobre cada cosa que pasa en mi vida y no dejo de pedirle su ayuda y bendición por mi familia, por los que me rodean y por los que no conozco.
También le pido que bendiga mis actividades, como esta la de escribir, ¿y saben qué pedí hoy en mi oración matutina? Que El me guía hasta donde están mis lectores, los que aún no me conocen para que pueda alcanzarlos con mi libro.
Enseguida apareció un lector nuevo que se llevó un ejemplar de mi libro, al rato otro...y estoy esperando por más.
Oración contestada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario