Hoy temprano por la mañana, antes de que el sol se asome y de tener que empezar con mis tareas habituales, me di una vuelta por mi primer blog "Un lugar en el mundo". Es cierto que hoy solamente tiene un puñado de entradas publicadas, ya que pasé casi todo lo que había al borrador y prácticamente todo lo escrito no está al público, pero hubo un tiempo en el cuál escribía y publicaba historias casi a diario, historias de todo tipo: pensamientos, anécdotas, cuentos en dos y tres entregas. En síntesis: lo que era hace unos años mi vida como bloguero.
En esta mañana de abril, un tanto triste por algunos acontecimientos trágicos que me rozan, sentí algo de nostalgia al verme a mi mismo en tantas cosas que he escrito y han quedado guardadas en el tiempo...pienso en aquellos "Ojitos de despedida" que fue lo primero que me animé a compartir, aún con tantos errores. Veo esa historia de amor de "El viejo hotel" donde un hombre aún sostiene esa construcción para recibir a visitantes de todo el mundo y contarles su historia de amor con una mujer que ya no tiene. Sonrío con la interacción de tantos amigos de todo el mundo que me dejaron su comentario y fiel a mi carácter no puedo dejar de sentirme triste por no saber hoy que es de ellos en la distancia. Veo todas las historias que finalmente decidí incluir en 20.000 Palabras, aunque pienso que después de el tiempo pasado he crecido como escritor y no sé si las volvería a elegir, igual agradezco porque fue lo mejor que pude hacer en ese momento y esas historias me dieron alegrías increíbles.
También están aquellos escritos desechados en el momento de elegir lo que iba en mi primer libro, como "Destino milenario", una historia de suspenso-terror sobre unas momias molestadas de su descanso eterno por unos arqueólogos sin prejuicios ni respeto por culturas y creencias. "Sueños de una mañana de otoño", una de esas historias de amor nostálgico."Príncipe" la cuento de un ser que vive innumerables aventuras para encontrar a su amada y al final uno se entera que se trataba de un sapo en busca de su "sapa"."Vulnerables en la ciudad", sí que era una historia de perros. Y para qué seguir... tanto desechado...."No lo sabe", "Transitoriedad", "Verbos" (una poesía!! yo!! por favor!!), "La caja", "Adiós a Facebook", "Promesa en el viento", "El paraíso de la soledad compartida", "Laberinto de desilución", "Reencuentro", "Una vida de colores", "Imagen", "Tren de madrugada", "El escritor".....
¡No lo puedo creer! he escrito tanto...y aunque me divertí mucho haciéndolo, la mayoría fue desechado....ahí está el testimonio, en borradores, incluso una gran cantidad de historias que no fueron terminadas y seguramente nunca las terminaré porque ya he cambiado mis objetivos y quiero escribir otras cosas....
Es la primera vez que recurro al baúl digital de los recuerdos de Un lugar en el mundo, no pude evitar sonreirle a mis personajes olvidados, fue imposible dejar a un lado los sentimientos que me atravesaron cuando los escribí.
A veces dan ganas de volver a lo que uno amó con tanta pasión.
En esta mañana de abril, un tanto triste por algunos acontecimientos trágicos que me rozan, sentí algo de nostalgia al verme a mi mismo en tantas cosas que he escrito y han quedado guardadas en el tiempo...pienso en aquellos "Ojitos de despedida" que fue lo primero que me animé a compartir, aún con tantos errores. Veo esa historia de amor de "El viejo hotel" donde un hombre aún sostiene esa construcción para recibir a visitantes de todo el mundo y contarles su historia de amor con una mujer que ya no tiene. Sonrío con la interacción de tantos amigos de todo el mundo que me dejaron su comentario y fiel a mi carácter no puedo dejar de sentirme triste por no saber hoy que es de ellos en la distancia. Veo todas las historias que finalmente decidí incluir en 20.000 Palabras, aunque pienso que después de el tiempo pasado he crecido como escritor y no sé si las volvería a elegir, igual agradezco porque fue lo mejor que pude hacer en ese momento y esas historias me dieron alegrías increíbles.
También están aquellos escritos desechados en el momento de elegir lo que iba en mi primer libro, como "Destino milenario", una historia de suspenso-terror sobre unas momias molestadas de su descanso eterno por unos arqueólogos sin prejuicios ni respeto por culturas y creencias. "Sueños de una mañana de otoño", una de esas historias de amor nostálgico."Príncipe" la cuento de un ser que vive innumerables aventuras para encontrar a su amada y al final uno se entera que se trataba de un sapo en busca de su "sapa"."Vulnerables en la ciudad", sí que era una historia de perros. Y para qué seguir... tanto desechado...."No lo sabe", "Transitoriedad", "Verbos" (una poesía!! yo!! por favor!!), "La caja", "Adiós a Facebook", "Promesa en el viento", "El paraíso de la soledad compartida", "Laberinto de desilución", "Reencuentro", "Una vida de colores", "Imagen", "Tren de madrugada", "El escritor".....
¡No lo puedo creer! he escrito tanto...y aunque me divertí mucho haciéndolo, la mayoría fue desechado....ahí está el testimonio, en borradores, incluso una gran cantidad de historias que no fueron terminadas y seguramente nunca las terminaré porque ya he cambiado mis objetivos y quiero escribir otras cosas....
Es la primera vez que recurro al baúl digital de los recuerdos de Un lugar en el mundo, no pude evitar sonreirle a mis personajes olvidados, fue imposible dejar a un lado los sentimientos que me atravesaron cuando los escribí.
A veces dan ganas de volver a lo que uno amó con tanta pasión.
El hecho de volver a revisar ese baúl nos llena seguramente de sentimientos un tanto complicados, vemos que ahora tal vez algunos textos no son como nos parecieron en su momento, y también vemos que si quisiéramos atraparlos de nuevo les cambiaríamos muchas cosas, y entonces caemos en la cuenta de que de hacerlo perderían la esencia que tuvieron en aquel día cuando los escribimos. Sí, el baúl de los recuerdos lo abrimos pero continuamos guardando dentro aquello que aun sin querer seguimos queriendo tener a mano.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Fran, es verdad, son sentimientos complicados los que se cruzan cuando revolvemos el baúl, pero he descubierto que si bien era yo el que escribió todos aquellos textos, ya no soy el mismo que era en aquel momento y pienso que tal vez hoy ya no lo haría de la misma manera. Pero hay mucho cariño sobre todo lo hecho.
EliminarTe mando un beso grande amiga.
Uy sé como te sientes, cuando uno empieza a escribir a veces le falta técnica y otras cosas más que se adquieren con duro trabajo, pero siempre queda algo de nuestro corazón aún cuando tenga errores. Te mando un beso y buena semana .
ResponderEliminarHola CITU, claro, en la literatura se va creciendo siempre, y dificilmente uno pueda estar muy feliz con lo escrito mucho tiempo atrás, les pasa a casi todos los escritores que conozco.
EliminarTe mando un beso a ti también.