Seguidores

miércoles, 9 de septiembre de 2015

In memoriam: Germán Sequeira


Hay algunos momentos que compartí contigo Germán, que están frescos en mi mente y he decidido escribirlos para que no se me vayan, también para que algún otro que te conoció sepa un poquito más de como eras.
Recuerdo las veces que viniste a mi casa, varios años atrás, junto con otros buenos amigos como Enrique y Juan, para compartir de la Biblia y charlar juntos sobre que podíamos hacer para crecer en las cosas de Dios. Mates, risas y buenos momentos.
Me viene a la memoria aquel día del 2006, en pleno mundial, cuando te arrimaste a la radio FM Luz, donde hacíamos el programa La Ruta con los chicos Bustamante's y contaste tu testimonio, de la manera en que Dios te habia rescatado de la cárcel y de las drogas para empezar una nueva vida, de cómo, ya estando libre, ibas a las cárceles a llevarles un poco de luz a tantas personas que se equivocaron en la vida pero aún así necesitaban de alguien que les diga que existe un camino distinto. Y te admiré…tal vez porque yo nunca hice cosas como esas…tal vez porque no sabría como encararlas, por ese ambiente tan distinto que vos conociste. Eras un verdadero milagro de conversión, un ejemplo de alguien rescatado de una vida difícil.
También recuerdo, ahora sí, muy distante, aquella vez que entré a la iglesia  Roca de la Eternidad, vos estabas coordinando la reunión, muy pibe, nuevito, en cambio yo ya tenía varios años de recorrido cristiano. Al terminar la reunión me dijiste que no podías creer que vos estabas delante de la congregación hablándo y de repente al verme a mi pensaste que no eras quien para predicarme por lo que me reconocías como creyente. Me asombró tu humildad, y también te admiré.
Ahora pienso en el cuento que escribí y publiqué en 20.000 Palabras, llamado "La extraña experiencia de Germán" tuvo mucho de inspiración en varios aspectos de tu vida, y ni siquiera te enteraste que tu nombre estaba en un cuento mío y que tu imagen se me pasó por la cabeza cuando lo escribí. Y ese cuento tiene un final trágico, como lo tuvo tu vida, pero lo escribí varios años atrás sin saber que terminaría siendo algo así como una premonición
Busco en mi mente la última vez que nos encontramos, hace unos cuatro meses, en el supermercado chino del barrio y me contabas que estabas tratando de acomodarte con el trabajo, que te costaba, me contabas de tu hija, de que tenías una pareja y que no habías dejado de congregarte…te vi bien, con luchas, como todos, pero nada grave, por eso ni sospeché la terrible decisión que ibas a tomar. Y me quedo pensando que habrá pasado por tu cabeza para creer que no había más esperanza, que no valía la pena seguir adelante, que tal vez te olvidaste de ese Alguien que siempre estuvo a tu lado. No lo puedo entender, no me lo puedo explicar y me duele en el alma. Hallo consuelo, sí, el Señor siempre aparece si lo llamo, pero también pienso que podríamos (podría yo) haber hecho algo para evitarlo y eso vuelve a doler. Pienso que ahora puedo hacer algo por alguien que pase una situación así… y tal vez también por eso escribo, para decirle que pida ayuda, que existe una salida, que no tome la peor decisión.
Porque vos, Germán, cuando estuviste por esta tierra ayudaste a muchos y le hablaste de Dios a otros para rescatarlos. Me quedo con eso Germán, del milagro que había sido tu vida y de lo que diste, me queda el recuerdo de tu sonrisa única que ya no está.
En tu memoria.

2 comentarios:

  1. Dios te bendiga x estas palabras, no te conozco pero gracias!!! Lorena la mujer de german

    ResponderEliminar
  2. Gracias Lorena, yo tampoco te conozco pero acompaño tu sentimiento deseando que Dios te bendiga a vos y a tu familia. Un abrazo del alma.

    ResponderEliminar