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viernes, 14 de diciembre de 2012

Mi peor enemigo


Les juro que hay oportunidades en que lo detesto, suele cansarme al punto de que le grito que se calle, que no me moleste más, que no debería ser tan cruel cuando me habla. El sabe muy bien que soy permeable ante las críticas y su voz lacerante tiene la virtud de partir mi espíritu y dejarme sin ánimos de continuar. Suelo detenerme, hacer como que no lo escucho y seguir, pero es inútil, su voz y su presencia son imposibles de evitar para mí. Intento argumentar a mi favor, le digo con firmeza: "recién estoy empezando a escribir, sé que tengo mucho para aprender, pero deberías por lo menos reconocer que tengo algunas cosas a favor, creo que cuento con imaginación y mis personajes reflejan vida propia, tu mismo escuchaste a mucha gente decir que disfrutaron mis pequeñas historias, no sólo los que me conocen, sino muchos que ni siquiera me han visto en sus vidas me han dado un guiño positivo sobre mis obras. No tenés razón en criticarme tanto".
Sin embargo, vuelve a mi encuentro y me taladra la mente con cosas como que no tengo talento, que tengo muchos errores, que escribo rápido y a veces no corrijo como se debe, acostumbra a refregarme que no estudié para esto y que con sólo la pasión y haber leído mucho no va a alcanzar para terminar una buena obra. Si bien admite que sabe que no busco fama y dinero (por supuesto, ambos sabemos que no sería por la literatura sincera por donde habría que buscarla), pero está demás y es propio de un desalmado decirme que el día en que publique no voy a tener a quien le interese mi libro.
Hay veces en que suele lastimarme tanto que me lleva hasta las lágrimas, tiene ese extraño poder implacable en sus palabras, que ellas logran hundirme en el desaliento, sin embargo, cuando escribo algo inspirado o que considero está bien hecho me le suelo plantar y le refuto todas sus criticas y argumentos, ¿ves? estás equivocado, puedo hacerlo, puedo lograrlo, te juro que lo intentaré con todas mis fuerzas, me entregaré de lleno a mi obra, trabajaré con amor como quien da su vida por algo, vos me conocés bien, mejor que nadie, nunca bajé los brazos por la adversidad, sabés que soy terco cuando me fijo una meta y no voy a parar hasta lograrla. Guille, tenés que confiar en mí.

4 comentarios:

  1. Hola Guille: Es verdad hay veces que uno es su propio enemigo!!! =(
    Pero recorda que si uno no lo intenta se va a quedar con esa espina clavasa en el corazón y un si lo hubiese...
    Nada es tan terrible como muchas veces nuestra mente nos lo hace ver, así que ánimo y para adelante yo prometo comprarte uno de los libros que publiques =D
    Buen finde!
    Besitos =)

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  2. Hola Guille, se como te sientes, aveces es tan difícil creer en un mismo. Cuando escribimos y penamos en la historia todo es mágico, pero luego se vuelve más difícil. Suerte tu puedes y nada desanimo. Te mando un beso y buen fin de semana

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  3. Hola Guille,buenas noches!
    Me has hecho reír,pues me he sentido identificada
    con ese enanito que nos castiga tanto,es muy cruel
    en sus criticas y hay momentos que dudas,lo estaré
    haciendo bien? que gran verdad! así es nuestra mente,
    nos juega malas pasadas,lo bueno darse cuenta y saber
    reaccionar en forma positiva,plantarse ante el y ya
    estuvo bien! que pesado eres =) me gusta como expresas
    tus sentimientos,como no vas a ser capaz de hacer ese
    libro y tantos mas! y ya sabes también yo te compraré
    así que dile: porfi que debo escribir,no me azotes =)

    Ánimo amigo! eres genial con tu pluma y lo sabes!

    Una excelente semana de paz y amor con sonrisas
    muchas letras =)
    Besitos de luz

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  4. Conozco la sensación y de hecho llevo como tres años en ella, el resultado es que nunca termino mi novela.
    Saludos

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